El sol aún no aclara, pero ellos ya se han levantado y están trabajando, por turnos, en beneficio de sus alejadas comunidades. Las vías que sirven para comunicar sus pueblos con las grandes ciudades han sido destruidas como consecuencia de las intensas lluvias que han caído en la región, y por eso las reconstruyen, sin saber que, a la vez, también rehacen una parte de la historia.
Gracias a la aplicación de la mita, ancestral sistema inca de trabajo por turnos que servía para edificar diversas obras de carácter público, campesinos huancavelicanos de cinco comunidades de la provincia de Tayacaja pueden recuperar las vías afectadas de sus respectivas jurisdicciones. Lo vienen haciendo desde el pasado fin de semana y continuarán hasta que automóviles y camiones puedan transitar sin problemas por esos distritos, que son San Marcos de Rocchac, Salcahuasi, Huachocolpa, Surcubamba y Tintaypunco.
Por grupos, y a punta de pico y pala, los hombres del campo refaccionan sus únicas vías de comunicación, pues las precipitaciones, típicas de esta época del año, y la falta de mantenimiento originan que estas se vuelvan intransitables. Así evitan que los transportistas suban los pasajes y las tarifas de los fletes, y no perjudican a los campesinos que no tienen cómo llevar sus productos a diferentes mercados. La mita surge entonces como una rápida y efectiva solución al problema, con lo que confirma su vigencia y utilidad muchos siglos después.
Gracias a la aplicación de la mita, ancestral sistema inca de trabajo por turnos que servía para edificar diversas obras de carácter público, campesinos huancavelicanos de cinco comunidades de la provincia de Tayacaja pueden recuperar las vías afectadas de sus respectivas jurisdicciones. Lo vienen haciendo desde el pasado fin de semana y continuarán hasta que automóviles y camiones puedan transitar sin problemas por esos distritos, que son San Marcos de Rocchac, Salcahuasi, Huachocolpa, Surcubamba y Tintaypunco.
Por grupos, y a punta de pico y pala, los hombres del campo refaccionan sus únicas vías de comunicación, pues las precipitaciones, típicas de esta época del año, y la falta de mantenimiento originan que estas se vuelvan intransitables. Así evitan que los transportistas suban los pasajes y las tarifas de los fletes, y no perjudican a los campesinos que no tienen cómo llevar sus productos a diferentes mercados. La mita surge entonces como una rápida y efectiva solución al problema, con lo que confirma su vigencia y utilidad muchos siglos después.